¿Cómo enseño a mis hijos a compartir?

Se acerca Navidad y con esto se acrecienta la solidaridad para con los más necesitados, pero como papás sabemos que nuestros hijos tienen una etapa donde les resulta difícil compartir con los demás,  en la que sienten que todo les pertenece. No nos alarmemos, ya que es sólo una fase natural en su desarrollo, no es egoísmo, sino que tienen que aprender a compartir, a entender que esto es una parte cultural muy importante en nuestra sociedad.

Nuestra labor como papás –que se refuerza en la escuela- es ayudarles a comprender que al prestar hay un retorno, que no es despedirse para siempre del objeto y que algunas cosas son suya y otras no. También es muy importante que aprendan a ponerse en el lugar de otras personas.

La resistencia a compartir no es sinónimo de egoísmo o de una actitud voluntariosa o malintencionada, sino que está apenas desarrollándose en la convivencia e interacción.

Las siguientes pautas pueden enseñar a ser generoso.

-Ejemplo. Ser generosos como papás y expresarlo verbalmente: ‘Te estoy compartiendo de mi helado’ o ‘uno para mi, uno para ti y otro para mamá’. El ejemplo es el mejor motor.

-Juego en equipo. En este contexto los niños aprenden a negociar, a ceder y lo asumen como parte de la convivencia.

-Expresar sentimientos. En ocasiones se precisa la traducción e intercesión: ‘sé que estás molesto porque sólo hay una pelota, por ahora puedes usar los bloques y en un momento más, cuanto tu compañera desocupe la pelota, la tomas’.

-Discernir. Es importante enseñarle a discernir cuáles cosas son de todos: el material de la escuela, los juegos en el parque y cuáles son suyas: su lunch, su suéter, etc.

-Reforzar positivamente. Evita frases como ‘no seas egoísta’ que carecen de significado o pueden entenderse como censura, prefiere decirle: ‘se que eres muy generoso, por favor comparte el sube y baja con tu amigo’.

-Anímalo. En lugar de forzarlo, anímalo y reconoce sus esfuerzos en ese sentido.