¿Qué es la inteligencia intrapersonal y cómo puedes ayudar a tu hijo a desarrollarla?
La capacidad de comprenderse uno mismo es el principal aspecto de este tipo de inteligencia, la cual a simple vista es más difícil de observar debido a la poca externalización que se hace de ella. En otras palabras, se refiere a qué tanto conocemos nuestra forma de pensar, sentir y actuar, por este motivo, requiere formas de expresión para que pueda apreciarse cuanto se manifieste.
Estos niños suelen ser introspectivos, pueden reconocer sus fortalezas y debilidades fácilmente, pueden manejarse en situaciones de estrés, se fijan objetivos alcanzables, conoce en qué punto se halla y hacia dónde quiere llegar, tienen una buena autoestima, son autocríticos y tienen gran sentido de la justicia. Por ejemplo, durante una pelea, son capaces de ceder, hablar con tranquilidad, identificar las emociones de los demás y buscar una solución que satisfaga a la mayoría.
De adultos son personas con capacidad para plantearse metas, evaluar habilidades y desventajas personales, y controlar su pensamiento, conservar la compostura en situaciones difíciles, reconocer sus tropiezos sin que eso les afecten su autoestima, tener un conocimiento profundo de sí.
De niños, poco a poco comienzan a dominar sus caprichos y deseos, entendiendo por qué sienten o piensan de determinada forma, eligen calmadamente lo que desean después de analizar la situación y el momento (esto también se verá reflejado en su vida adulta al momento de elegir pareja o trabajo).
Cómo desarrollarla
Pregúntale a tu hijo cómo se siente y qué sentimientos tiene al respecto.
Ayúdale a identificar cómo actúa ante determinado estado de ánimo.
Establece límites claros para que aprenda a controlar sus impulsos.
Platiquen sobre acontecimientos ocurridos y pídele que explique qué siente.
Observen con microscopio o lupa plantas, tierra, terrones de azúcar, etc.
Armen juntos rompecabezas.
Dale material para que plasme sus sentimientos.
Hagan gestos frente al espejo y pídele que te explique cómo son las emociones que ve.
Respeta los momentos en que se halle interiorizado.
Dale momentos de reflexión donde pueda analizar y conectarse con él mismo y la maneras de construir su aprendizaje.
En Bimbi trabajamos tanto maternal como preescolar bajo un modelo constructivista: prestamos atención a muchos aspectos que van más allá del logro de objetivos. Con la observación que hacemos a nuestros alumnos de maternal y preescolar, podemos generar actividades que desarrollen cada una de las inteligencias con que trabajamos, lo que redunda en un marco de bienestar que permea los contextos de los niños, porque nosotros favorecemos el gusto por aprender.