Cómo hablar de la muerte con los niños pequeños

Cómo hablar de la muerte con los niños pequeños

Al tener nuestro país tanta riqueza cultural, la muerte se ha visto a menudo como algo inevitable en la vida desde el período prehispánico. Ello causó asombro cuando los españoles llegaron a nuestro país, y aún hoy, nuestras celebraciones siguen asombrando al mundo entero. Ahora que se aproxima la celebración de día de muertos en México, quizá más de un papá nos demos cuenta de que explicarles a nuestros hijos qué es la muerte resulta un poco más complicado de lo que pensamos en un principio.

¿Debemos decirle a nuestro pequeño que su pez ha muerto? ¿Le contamos que su abuelita está por morir? ¿Le platicamos que la plantita que regaba cada día ha muerto?

En primera instancia, lo más prudente es que nosotros como papás comprendamos que la muerte, al margen de las creencias individuales, es un hecho universal y que todos los seres vivos vamos a experimentar.

Lo más seguro es que cuando un niño pequeño pregunta si vamos a morir, los adultos lo interpretemos a partir de nuestro sistema de valores, creencias y experiencias, con lo que podríamos –inclusive sin quererlo- dotar a este fenómeno natural de tristeza y pesadumbre. Como los niños son tan perceptivos, inmediatamente notarán que ‘algo no va bien’ y comenzarán a asociarla con algo negativo o malo.

Aunque es algo de lo que casi a nadie le gusta hablar, podríamos explicarles que si alguien se muere, lo más normal es ponerse triste y llorar, pero que también podemos recordar todos los momentos felices y que sería genial si aprendiéramos a pasarlo muy bien mientras no ocurra. De hecho los bebés recién nacidos pueden notar esa pérdida, aunque no entiendan cognitivamente lo que ha ocurrido.

También podemos ayudarnos de recursos pedagógicos como libros, películas, obras de teatro, títeres o cuentacuentos. Por ejemplo, en los libros ‘¿Dónde está güelita Queta?’ trata las preguntas habituales de los niños de 5 o más años respecto a la muerte, pero si tu hijo es más pequeño ‘, Así era mi abuelito’ puede serte muy útil. ‘Marina y el pirata’ de la escritora mexicana Silvia Molina, cuenta la historia de una niña que vivía feliz con sus papás hasta que su madre muerte, todo con una historia muy poética y hermosas ilustraciones. Pero si quieres una película, Heidi, El rey león o Bambi son buenos ejemplos de reflexiones ante la muerte.

¡Felices fiestas!

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