Enfermedades más comunes en época de frío
La época de frío se caracteriza por un aumento en las enfermedades respiratorias, especialmente en niños menores de 5 años. Aunque en general se trata de meros resfriados, hay otras enfermedades muy comunes, pero más serias, como son gripe, catarros, bronquitis, bronquiolitis, faringitis, amidgalitis, neumonía, etc.
Vamos a ver ahora los síntomas generales de cada una de ellas:
Resfriado o catarros. Es la más común de todas y se caracteriza por mucosidad en nariz y garganta, tos nocturna y catarro leve.
Amigdalitis. Los niños suelen presentar dolor al tragar, dolor de oído, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor en mandíbula y garganta, incluso si se tocan suavemente.
Faringitis. Los bebés/niños pueden presentar fiebre y secreción nasal espesa e incluso son sangre, pérdida de apetito, irritabilidad, ganglios inflamados.
Laringitis. Sus síntomas son principalmente nocturnos y abarcan tos repetina y violenta, sensación de ahogo, dificultad respiratoria.
Bronquitis. Se trata de los bronquios inflamados, que provocan accesos agudos, repentinos y persistentes de tos, dolor de pecho y congestionamiento. Muchas veces se deriva de un catarro mal atendido.
Bronquiolitis. Frecuente en niños menores de 2 años y tiene como características sibilancias, exhalación prolongada, dificultad respiratoria, insomnio, inapetencia, movimientos abdominales, hundimiento de costillas y clavícula (al respirar), y en ocasiones, fiebre.
Neumonía. Se produce cuando los gérmenes de las mucosidades se alojan en los pulmones, lo que ocasiona su inflamación. Los síntomas de la neumonía son fiebre, falta de apetito, dificultad para dormir, problemas para respirar, escalofríos y tos con moco. La neumonía atípica tiene síntomas menos característicos, como son dolor de cabeza, dolor muscular, tos seca o con flemas, fiebre sin escalofríos, dolor en el tórax y fatiga.
Ante todo, es necesario que consultes con su médico especialista si tu pequeño manifiesta alguna de estas condiciones, nadie mejor que el doctor de cabecera podrá interpretar los síntomas para diagnosticar adecuadamente prescribir el tratamiento requerido, según sea el caso.
Sabemos que mantener a tus hijos saludables es una tarea poco sencilla, porque estas enfermedades se contagian muy fácilmente, aunque puede ayudar si los mantienes lejos de los flujos respiratorios de personas enfermas, evitas cambios bruscos de temperatura y evitas que tus pequeños estén expuestos a humo de cigarrillos, además de proporcionarles una alimentación completa y balanceada.
En el próximo post hablaremos más ampliamente sobre cómo prevenir estas enfermedades invernales.